A primera vista, las cicatrices en la piel pueden parecer simples marcas físicas. Sin embargo, para muchas personas, son el testimonio visible de una batalla interna, un reflejo de un dolor emocional que resulta difícil de expresar con palabras. Los cortes en los brazos y otras formas de autolesión son un tema delicado y a menudo incomprendido, que va mucho más allá de un intento de llamar la atención. Son un grito silencioso, una estrategia desesperada para manejar el sufrimiento, la ansiedad o el entumecimiento que se siente por dentro. Este artículo busca adentrarse en el mundo de la autolesión, explorando no solo las razones detrás de este comportamiento, sino también ofreciendo un camino hacia la comprensión, la empatía y, sobre todo, la sanación.

¿Qué significa hacerse cortes en los brazos?
Hacerse cortes en los brazos puede ser un signo de un profundo dolor emocional. A menudo, es una forma de lidiar con sentimientos abrumadores que la persona no sabe cómo expresar de otra manera. En este sentido, puede verse como un llamado de atención, una señal de que se necesita ayuda y comprensión.
El acto de cortarse puede tener diferentes significados para cada persona:
- Una forma de liberar la tensión: Algunas personas sienten que el dolor físico les ayuda a distraerse del dolor emocional.
- Un intento de sentir algo: Quienes se sienten adormecidos o desconectados de sus emociones a veces usan los cortes para «sentirse vivos».
- Una manera de castigarse: El acto puede ser un reflejo de sentimientos de culpa o de baja autoestima.
Es fundamental entender que esta conducta no es un intento de llamar la atención de forma manipuladora, sino un llamado a la comprensión y la sanación. Es una manifestación visible de un sufrimiento interno que la persona está intentando gestionar. La sanación implica ofrecer un espacio seguro para que la persona pueda hablar de sus emociones, sin juicios, y encontrar herramientas más saludables para afrontar el dolor.
Causas y motivos comunes para la autolesión
La autolesión es un comportamiento complejo que no tiene una única causa, sino que generalmente surge de una combinación de factores emocionales, psicológicos y sociales. No es un intento de llamar la atención, sino una forma de intentar lidiar con un dolor emocional abrumador.
- Regulación de emociones intensas: Muchas personas se autolesionan para intentar manejar sentimientos fuertes y negativos como la ira, la tristeza profunda, la ansiedad o la desesperanza. El dolor físico puede ofrecer una distracción temporal del dolor emocional.
- Sentir algo cuando se está vacío: A veces, las personas se sienten adormecidas, desconectadas o «vacías» por dentro. El dolor físico les ayuda a sentirse vivos y a conectar con la realidad, aunque sea de una forma negativa.
- Sentimiento de control: En situaciones donde una persona se siente impotente o sin control sobre su vida, el acto de autolesionarse puede darle una sensación momentánea de poder sobre su propio cuerpo y dolor.
- Comunicar el sufrimiento: Aunque no siempre se hace de forma consciente, la autolesión puede ser una manera no verbal de expresar a los demás que se está sufriendo. Es un grito de auxilio cuando no se encuentran las palabras para pedir ayuda.
- Autocastigo: Algunas personas que se autolesionan luchan con sentimientos de culpa, vergüenza o baja autoestima. Se castigan a sí mismas por lo que perciben como errores o debilidades.
- Un trauma: En muchos casos, la autolesión está relacionada con traumas pasados, como el abuso físico, emocional o sexual. El acto puede ser una forma de revivir o intentar obtener control sobre el dolor que se experimentó.

Factores de riesgo asociados
- Problemas de salud mental: La autolesión está fuertemente asociada con trastornos como la depresión, la ansiedad, el trastorno límite de la personalidad (TLP), y el trastorno por estrés postraumático (TEPT).
- Ambiente inestable o traumático: Crecer en un entorno familiar donde hubo negligencia, abuso o trauma puede aumentar significativamente el riesgo de autolesión.
- Aislamiento social: La falta de un sistema de apoyo, ya sea de amigos o familiares, puede hacer que una persona se sienta sola y recurra a la autolesión como un mecanismo de afrontamiento.
- Problemas con la autoestima: Una autoimagen negativa y la auto-crítica severa pueden contribuir a este comportamiento.
Es importante recordar que la autolesión no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de un dolor subyacente. Entender estas causas es el primer paso para ofrecer el apoyo y la ayuda necesarios para la recuperación.
Tratamientos para los cortes en los brazos
El tratamiento principal para la autolesión es la terapia psicológica. A través de la terapia, la persona aprende a:
Antes de que continúes leyendo, si necesitas ayuda en este camino te recomendamos leer “Terapia emocional: Tu camino hacia el bienestar emocional».
- Identificar las causas: Entender qué sentimientos o situaciones la llevan a autolesionarse.
- Manejar las emociones: Desarrollar habilidades para enfrentar el dolor, la ira o la tristeza de manera saludable.
- Encontrar alternativas: Reemplazar el acto de cortarse con otras actividades que distraen o calman.
- Fortalecer la autoestima: Trabajar en la autoimagen y el autoconcepto para no recurrir al castigo físico.
En algunos casos, se pueden usar medicamentos para tratar problemas de salud mental subyacentes, como la depresión o la ansiedad, que contribuyen a la autolesión. El apoyo de amigos y familiares también es crucial para la recuperación.

Conclusión
En última instancia, los cortes en los brazos no es un fin en sí mismo, sino la manifestación de una lucha interna que clama por ser escuchada. Las cicatrices en los brazos no son un signo de debilidad, sino el reflejo de un profundo dolor emocional y la necesidad urgente de comprensión y apoyo. Entender este comportamiento es el primer paso para derribar los mitos y estigmas que lo rodean, y para abrir la puerta a un diálogo honesto y empático. La sanación es posible. Con la ayuda adecuada ya sea a través de la terapia, el apoyo de seres queridos o recursos profesionales, las personas pueden aprender a gestionar sus emociones de manera saludable y encontrar alternativas para superar el dolor. Al final, el objetivo no es simplemente dejar de autolesionarse, sino construir una vida en la que no se necesite recurrir al dolor físico para sobrevivir al dolor emocional.
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Referencia
Mayo Clinic (2024), Autolesiones/Cortes.