¿Sabías que uno de cada cinco casos de infertilidad en parejas es causado por problemas en la salud reproductiva del hombre? A lo largo de la historia, la infertilidad ha sido un tema que, con frecuencia, se ha abordado desde la perspectiva femenina. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que el camino hacia la paternidad es un esfuerzo compartido, y que las dificultades para concebir se dividen, casi por igual, entre ambos sexos. ¿Estás listo para derribar mitos y descubrir la realidad? Acompáñanos en este recorrido para entender cómo cómo se manifiesta la infertilidad masculina, cómo podemos identificar las señales de alerta y, lo más importante, qué pasos puedes tomar hoy mismo para mejorar tus posibilidades de ser padre. Es hora de hablar de este tema sin tabúes y de armarse con el conocimiento necesario para enfrentar este desafío de manera informada y proactiva.

¿Qué es la infertilidad masculina?
La infertilidad masculina se define como la incapacidad de un hombre para embarazar a una mujer después de un año o más de mantener relaciones sexuales sin protección. Es un problema de salud que afecta a un número significativo de parejas y, aunque a menudo se asocia con la mujer, es el factor principal o contribuyente en aproximadamente la mitad de los casos.
El problema radica en la producción, función o transporte del esperma. En términos más sencillos, para que ocurra un embarazo, el esperma debe ser de calidad suficiente, moverse de forma adecuada y poder llegar al óvulo para fecundarlo. Cuando cualquiera de estos procesos se ve alterado, la fertilidad se ve comprometida.
Las causas de la infertilidad masculina pueden ser diversas y se agrupan en varias categorías:
- Problemas en la producción de esperma: Esto puede ser resultado de factores genéticos, hormonales, infecciones (como las paperas en la adolescencia), o incluso por el uso de ciertos medicamentos. El esperma puede ser escaso (oligozoospermia), tener una movilidad deficiente (astenozoospermia) o una forma anormal (teratozoospermia). En casos más severos, puede no haber esperma en el eyaculado (azoospermia).
- Problemas de transporte: Existen obstrucciones o bloqueos en los conductos que transportan el esperma desde los testículos hasta la uretra. Estas obstrucciones pueden ser congénitas (de nacimiento), resultado de una infección, una cirugía (como la vasectomía) o un traumatismo.
- Problemas de eyaculación o función sexual: Esto incluye la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o la eyaculación retrógrada, donde el semen, en lugar de ser expulsado, se dirige hacia la vejiga.
- Factores ambientales y de estilo de vida: La exposición a toxinas, el calor excesivo en la zona testicular, el tabaquismo, el consumo de alcohol o drogas, el sobrepeso y el estrés crónico pueden afectar negativamente la calidad del esperma.
- Varicocele: Es la causa más común de infertilidad masculina reversible y consiste en la inflamación de las venas del escroto. Se cree que esta condición eleva la temperatura de los testículos, afectando la producción y calidad del esperma.
La infertilidad masculina es un problema complejo con múltiples causas. El diagnóstico preciso es fundamental para determinar el tratamiento adecuado, que puede variar desde cambios en el estilo de vida y medicamentos, hasta procedimientos de reproducción asistida.
Tratamientos para la infertilidad masculina
El tratamiento para la infertilidad masculina depende en gran medida de la causa subyacente del problema. Una vez que un urólogo o un especialista en fertilidad ha realizado un diagnóstico preciso, se puede diseñar un plan de tratamiento que puede incluir una o varias de las siguientes opciones:
1. Tratamientos médicos
- Terapia hormonal: Si la infertilidad es causada por un desequilibrio hormonal (niveles bajos de hormonas como la testosterona, FSH o LH), el médico puede recetar medicamentos para estimular la producción hormonal y, por ende, la producción de esperma.
- Medicamentos: En casos de disfunción eréctil o problemas de eyaculación (como la eyaculación retrógrada), se pueden usar medicamentos específicos para corregir estas condiciones. En el caso de infecciones en el sistema reproductivo que puedan afectar la calidad del esperma, el tratamiento con antibióticos es la opción principal.
- Suplementos: Aunque la evidencia varía, a veces se recomiendan suplementos antioxidantes (como la vitamina C, la vitamina E o el zinc) para mejorar la salud general del esperma, especialmente en casos de estrés oxidativo.
2. Procedimientos quirúrgicos
- Corrección de varicocele: Si la causa de la infertilidad es un varicocele (inflamación de las venas del escroto), se puede realizar una cirugía para ligar o sellar estas venas. La varicocelectomía es una de las causas más comunes de infertilidad masculina reversible.
- Reparación de obstrucciones: Si hay un bloqueo en los conductos que transportan el esperma (los conductos deferentes), se puede realizar una microcirugía para repararlos y restaurar el flujo normal.
- Reversión de vasectomía: En los hombres que se han sometido a una vasectomía y desean volver a ser padres, se puede realizar un procedimiento quirúrgico (vasovasostomía) para reconectar los conductos deferentes.
3. Técnicas de reproducción asistida (TRA)
Cuando los tratamientos anteriores no son efectivos o la causa de la infertilidad no se puede corregir, las técnicas de reproducción asistida ofrecen una solución muy exitosa.
- Inseminación Intrauterina (IIU): En casos de baja movilidad o un conteo de esperma moderadamente bajo, se puede inyectar una muestra de semen «lavado» y concentrado directamente en el útero de la mujer durante su período fértil.
- Fertilización In Vitro (FIV): En este procedimiento, los óvulos de la mujer se extraen y se combinan con el esperma del hombre en un laboratorio. Una vez que se fertilizan, los embriones resultantes se transfieren al útero.
- Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI): Esta es una variante de la FIV y es especialmente útil en casos de infertilidad masculina severa. Se selecciona un solo espermatozoide y se inyecta directamente dentro del óvulo para asegurar la fertilización.
- Extracción de espermatozoides (TESE, TESA, MESA): Si no hay espermatozoides en el eyaculado (azoospermia), pero sí se producen en los testículos, se pueden obtener directamente mediante una pequeña cirugía. Estos espermatozoides se usan luego en procedimientos como el ICSI.
Es importante destacar que el tratamiento adecuado se determina después de un estudio exhaustivo de la pareja. A menudo, el tratamiento de la infertilidad masculina se combina con la atención a la salud reproductiva de la mujer para maximizar las posibilidades de éxito. Si necesitas ayuda en este proceso, queremos acompañarte a través de sesiones de terapia, nuestra psicóloga Leidy Vicuña, te invita a leer su artículo “Psicología y terapia: la llave para tu salud mental”

Conclusión
La infertilidad masculina es un desafío médico y emocional, pero es fundamental entender que no es un veredicto final. Como hemos visto, es un problema complejo que tiene múltiples causas, desde desequilibrios hormonales hasta el estilo de vida, y afecta a un número significativo de parejas que buscan concebir.
Afortunadamente, el campo de la medicina reproductiva ha avanzado enormemente. Hoy en día, existe un amplio abanico de tratamientos eficaces que pueden abordar la mayoría de las causas de la infertilidad masculina. Desde cambios en la dieta y el estilo de vida, hasta procedimientos quirúrgicos correctivos, por supuesto también, las innovadoras técnicas de reproducción asistida y compañía psicológica. Es por ello que te ofrecemos una sesión gratuita de terapia online, totalmente confidencial y desde la comodidad de tu hogar, para brindarte la seguridad y confianza necesaria para iniciar. Agenda tu primera sesión de terapia online gratis, sólo tú puedes dar el primer paso.
Referencia
Mayo Clinic (2022), Esterilidad masculina.