Optimismo: beneficios de serlo

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El optimismo se podría considerar una actitud mental de percepción positiva y de esperanza ante la vida y las adversidades. El optimismo se interpreta como una habilidad para enfocarse en soluciones, en ocasiones se considera que todo el mundo debería ser optimista o que las personas “no deberían” quejarse y ser más agradecidas.

Tener optimismo ante las adversidades es excelente, pero eso no implica que las situaciones no dejen de dolerte o afectarte. El optimismo se trata de poder ver los desafíos como oportunidades. En este artículo abarcaremos un poco lo que es ser optimista, los beneficios y cómo practicar el optimismo.

Quédate un momento.

Optimismo
Optimismo

¿Qué es el optimismo?

El optimismo no es una fantasía o la ignorancia de los problemas, mucho menos es minimizarlo. Se trata de una actitud ante los problemas que permite esperar resultados positivos y ver los desafíos como oportunidades. El optimismo puede desarrollarse y entrenarse como cualquier otra habilidad, como la empatía, por ejemplo, o la resiliencia.

El optimismo se puede entender como una perspectiva positiva del futuro, de los problemas, de sí mismo y del entorno que lo rodea. Aparte de los beneficios como el aumento de resiliencia o la resistencia, también trae un abanico amplio de beneficios en cuanto al bienestar mental, emocional y físico.

Es importante entender que, el optimismo, aunque puede ser en ocasiones un estado permanente, no implica que no puedas sentir tristeza, miedo o frustración ante los problemas.

El optimismo es totalmente diferente al pesimismo, mientras este ve los problemas como permanentes y personales, como si todo le pasase a sí mismo. La persona optimista los ve como temporales y externos, por ejemplo, pensar que fue un mal momento y superarlo.

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Beneficios de ser optimista

Se podría decir que ser optimista puede ofrecerte múltiples beneficios en cuanto al bienestar emocional, mental y físico. Como se ha mencionado anteriormente, uno de sus mayores beneficios en el bienestar, pero también el aumento de la resiliencia.

Es importante reconocer y aprender cuáles son los beneficios que te puede brindar. Aquí encontrarás algunos un poco más detallados:

Beneficios para el bienestar físico y mental

  • Mayor longevidad: se ha demostrado que las personas optimistas viven más tiempo, la esperanza de vida es similar a la de quienes practican actividades físicas de manera continua.
  • Mejora la salud cardiovascular: aumenta el bienestar en el corazón.
  • Sistema inmunológico fortalecido: el sistema inmune se activa, lo que reduce la probabilidad de desarrollar enfermedades o virus en el ambiente.
  • Menor estrés: ya que al ser optimista se aprecian los problemas como temporales y manejables, el estrés y la ansiedad se reducen.

Beneficios emocionales y sociales

  • Mayor bienestar y felicidad: las personas optimistas pueden experimentar emociones más agradables y tienen un mejor estado de ánimo. Aunque no es algo rígido, ya que también pueden experimentar miedo, tristeza o frustración.
  • Mejora la calidad de vida: pueden disfrutar de una mayor calidad de vida en general.
  • Aumento de la resiliencia: el optimismo es un pilar clave de la resiliencia y la capacidad para recuperarse de manera rápida en los momentos con mayor dificultad.
  • Autoestima y motivación: fomenta la autoconfianza y la motivación para que puedan alcanzar metas y superar obstáculos, va de la mano con la resiliencia.
  • Mejorar las relaciones interpersonales: las personas optimistas a nivel social suelen ser más apreciadas, en ocasiones las personas pesimistas son muy estigmatizadas.

Beneficios conductuales

  • Mayor motivación y persistencia: ya que se sienten más motivados y, por consiguiente, actúan.
  • Estilo de vida más saludable: tienden a mantener hábitos más saludables, como ejercicio regular, una higiene de sueño y una buena alimentación.
  • Satisfacción en el trabajo: son más propensos a sentirse satisfechos con su trabajo y de manera automática tienen una mejor actitud laboral.
  • Salud mental: como se ha mencionado, el optimismo reduce el estrés, la ansiedad y el riesgo de experimentar depresión o episodios depresivos.

Como se menciona en líneas anteriores, el optimismo, aunque pueda ser en ocasiones un estado que se practique o una percepción de vida, no siempre permanece estable.

Si sientes que está teniendo estrés de manera excesiva y que ya no puedes con más, puedes pedir ayuda profesional. En terapia se te ofrecen estrategias de regulación emocional e inoculación de estrés. Contáctanos y agenda una sesión, totalmente gratis.

Estrategias para fomentar el optimismo

El optimismo es una habilidad que se puede desarrollar o fortalecer. Es importante reconocer que esto no implicará que las emociones “desagradables” o incómodas desaparezcan. Ser optimista no es únicamente ver todo de manera positiva, así como tampoco ignorar los problemas.

Ten en cuenta estas estrategias para poner en práctica y fomentar el optimismo:

  • Practica la gratitud: toma un tiempo y espacio para recordar o escribir las cosas buenas que te sucedieron, incluso por pequeñas que sean, son importantes, agradécete por ellas.
  • Enfoque en soluciones: cuando te enfrentes a un problema, está bien que te afecte, es normal, pero enfócate en soluciones prácticas y que puedas aplicar en ese momento y no en preocupaciones futuras y que no han sucedido.
  • Autocompasión: sé amable contigo, la forma en que te hablas puede cambiarlo todo. En lugar de culparte, reconoce las oportunidades de aprendizaje. Usa un lenguaje que usarías hacia las personas que más quieres o admiras.
  • Actividad física regular: mejora tu autoestima, reduce el estrés y te hace sentir mejor contigo mismo en general.
  • Establece metas realistas: divide tus grandes objetivos en pequeños, celebra y agradécete cada logro.
  • Evita la rumia: no te quedes atascado en pensamientos negativos y que pueden ser causantes del problema. Practica la atención plena.
  • Acepta lo que no puedes controlar: entiende que los altibajos son totalmente normales y te hace un ser humano y sintiente; es parte del proceso.

Conclusiones

Entender que no siempre puedes ser optimista también está bien, así como en la motivación, no es un estado permanente y lineal. Si bien es cierto que el optimismo puede ser incluso una filosofía de vida, en ocasiones puede que no te acuerdes de él y te sientas desregulado a nivel emocional o que la situación te impacte de tal manera que afecte tu vida.

El positivismo extremo tampoco es bueno, se debe entender y aceptar que es parte natural de nosotros sentir. Sé amable contigo.

Referencias

Sarmiento, I. (2017, December 21). 100 frases de optimismo para vivir de forma positiva. Psicologiaymente.com

8 vistas
No necesariamente, puedes ser optimista, pero igual sentir tristeza.
Puede existir que todos los problemas los veas catastróficos y tal vez debas reestructurar ese pensamiento por mejorar tu bienestar mental y emocional.
Entre los síntomas de la depresión puede existir el pensamiento negativo o catastrófico.

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Barbara Pargas
Psicóloga con mención clínica, egresada de la universidad Bicentenaria de Aragua, Venezuela. Con estudios en neuropsicología, psicología organizacional. Acompañamiento psicológico. Manejo de terapia cognitivo - conductual, ACT, activación conductual, mindfulness. Asistiendo a niños, adolescentes y adultos. Manejo de crisis, procesos de duelo migratorio, trastornos psicoafectivos, trastornos del neurodesarrollo en adultos.
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